
Ese dia mientras el aire cruzaba ante su faz desnuda,
las miradas se detenian de momento.
Tres veces levanto mirada al cielo, tres veces la bajó.
Abrió la puerta y el profundo se cruzó, entendiendo al instante que ya no eran seres bifurcados. ¿Cuantos momentos se pierden sin prestar atencion al segundo en que se cruzan los sueños?
A la noche siguiente, el continuaba sin poder apartar la mirada...
...ven, ven dulce manzana.