
Hagamos la guerra en camposanto
mientras la manecilla grande da en el once
corramos minutos de pesadumbre
al dar la manecilla chica en el cuarto.
Marchemos sin par, marchemos
hasta que le doncella olvide su patria
Gritemos al mar, gritemos
que a las cuatro treinta se va el mañana.
¿donde quedaron las piernas torneadas que al correr el dia se disfrazan de magia?
¿Donde volveran las niñas a jugar con sus palmas rendidas al sol?
¿Donde señor, donde?
¿Cuando tocaran mis fauces tus miradas solitarias, mientras la noche absorbe tus dias de abril?
Mas alla del sueño, mas alla,
se arremolina tu boca en mi suspiro,
tus senos en mi espacio,
y tus cinco y veinte
sobre mi omega azul.