lunes, 14 de mayo de 2007




Por donde sueña el descanso, subito me patea el rostro, hace ruido, carcome mis falanges, me traiciona, vomita sobre el sepulcro de la podredumbre, del hedor marchito.
La risa fatua cubre con mantos de hollin mi esperanza,
solo el negro tras el negro va.
Maldigo la plaga que absorve el suspiro, el ultimo aliento, el escenario.
¿Que mas logra el odio al nacer, cultivado por petalos de la ignorancia?